1987. la universidad vivió y presenció amenazas, exilios, bombas masacres comunitarias y asesinatos de profesores y alumnos, por causas específicas en algunos casos, como perteneces a determinada ideologuita predicar ciertas tesis, luchar por los derechos humanos, tener carisma, poseer bienes; en otros casos, por el azar de balas cruzadas de la guerrilla, narcotráfico y la delincuencia común. A demás apareció el fenómeno del sicariato, con asesinos a sueldo para efectuar muertes selectivas o colectivas, con su vocabulario esquinero y sus rituales de amedrentamiento, desapariciones, tortura y muerte.
Fue un sábado, estaba todo pepo (drogado) y me encontré una culebra (enemigo). Desenvaine el fierro (revólver) y el man me pidió canoa (perdón). “no, flaco, no me vaya a dar” decía, pero yo le casque. Uno en la cabeza; otro en el pecho, cundo cayó. Y se quedó quietico. Entonces yo aprendí que un muerto está muerto cundo se queda quieto.
En 11 de agoste de 1987, algunos estudiantes de la universidad se tomaron el edificio de la administración, con el fin de desarrollar un huelga de hambre en protesta por los atentados y asesinatos, “en circunstancias todavía no conocidas” de profesores y estudiantes de la institución ocurridos en días anteriores sumado la muerte de Pedro Luis Valencia, profesor de la facultad nacional de salud publica.
Las actividades académicas, suspendidas a raíz del clima de violencia, se reanudaron bajo la consideración de un periodo de reflexión y análisis. Se presentaron ponencias sobre la violencia, los derechos humanos, la universidad y la sociedad.
El 25 de agosto, fueron asesinados los profesores Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur Taborda, defensores de los derechos humanos y personas que desempeñaron una gran labor universitaria. Antes de morir, Abad Gómez definió el infierno como tres p y cielo como cuatro s.-“¿Cómo así, maestro?”, pregunto alguien. Y el respondió:-“el infierno esta construido por el exagerado afán de poseer, el exagerado afán de poder y exagerado afán de placer; el cielo esta constituido por el moderado afán de ser, el moderado afán de sentir, el moderado afán de saber y moderado afán de servir”. Leonardo, ejerció la actividad médica gremial, civil y política como una praxis de la amistad.
El consejo de la facultad de medicina hizo un llamado pera que regresara el clima de civilizada controversia, crítica constructiva y eliminación de acciones de fuerza que coartaran la libertad de expresión. Días mas tarde, asesinaron a Rodrigo Guzmán, estudiante de, medicina cuando en su práctica de internado atendía a un paciente. Y cundió el terror en la comunidad universitaria; ya eran trece los muertos, entre estudiantes y profesores, ese año.
El decano de la facultad de medicina tubo que ausentarse barios meses de su puesto y partir al exilio se dijo que por amenazas. Lo mismo dijeron algunos profesores y estudiantes, los que quedaron se refugiaron en la soledad, en medio del temor y la ansiedad, los silencios fueron mas prolongados, las conversaciones comenzaron a hacer se en voz baja y las reuniones académicas y sociales se redujeron el temor que explotaran una bomba en las aulas, en las salas hospitalarias o en cualquier sitio de la ciudad por donde se pasara fue común; como también la muerte en medio de masacres protagonizadas por encapuchados que disparaban sin discriminación. A veces, las victimas les amarraban las manos atrás, las torturaban, interrogaban y mataban a sangre fría. Alguien que escapo de una masacre empezó su relato con una frase de García Marques “los muertos fuimos cinco”.
La violencia en las aulas y en la ciudad comprendió la calidad de vida en las personas, pero la universidad supo continuar sus programas y ofrecer salidas a la problemática, hasta generar nuevos brotes de confianza. Por que, como dice Ernesto Sábato, felizmente el hombre no esta hecho solo de desesperación sino de fe y de esperanza; no solo de muerte sino también de anhelo de la vida; tampoco únicamente de soledad sino de momentos de comunión y de amor. Por que si prevaleciese la desesperación, todo nos dejaríamos morir o nos mataríamos y eso no es de ninguna manera sucede”
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